martes, 25 de octubre de 2011

Mandamientos de la comunicacion






Algunos creen equivocadamente, que un buen ambiente de relaciones humanas, es aquel en que no hay discrepancias entre las personas y que todo marcha perfectamente. El que este bien puede ser un “clima artificial” de hipocresía y falsedad. Por el contrario, las auténticas relaciones humanas son aquellas en que a pesar de las divergencias lógicas entre las personas, hay un esfuerzo por lograr una atmósfera de comprensión y sincero interés en el bien común. La manera más simple de describir las relaciones humanas son: La forma como tratamos a los demás y... cómo los demás nos tratan a nosotros. 
Mandamientos de las Relaciones Humanas: Háblele a la persona amablemente, no hay nada tan agradable como una frase alegre al saludar. Sonría a la gente, se necesita la acción de 25 músculos para fruncir el ceño y solo 15 para sonreír. Llame a las personas por su nombre, la música más agradable para el oído de cualquiera es el sonido de su nombre. Sea agradable, amigable y cortés, si desea tener amigos. Sea cordial, hable y actúe como si todo lo que hiciera fuera un placer. Interésese verdaderamente en las personas, puede simpatizar con ellas y todo si se lo propone. Sea generoso para hacer resaltar las buenas cualidades y cuidadoso al criticar. 
¿Cuál es el poder de las relaciones humanas? Evalúate a ti y a tu entorno.
     Descubre el poder de las relaciones humanas Tenga consideración hacia los sentimientos de los demás, se lo agradecerán. Tome consideración a los demás, en toda controversia hay 3 opiniones o puntos de vista: el del otro, el suyo y el correcto. 
El Arte de la Comunicación: El verdadero arte de la comunicación comienza con nuestro carisma para comunicarnos, saber transmitir nuestras ideas, sueños y hacer que la gente quiera hacer lo que ellos consideran correcto. Muchas veces traemos ese don especial, nos comunicamos de una manera extraordinaria casi sin ningún esfuerzo, en algunas ocasiones algunas personas hasta parecen hipnotizar a las multitudes, pero no a todos nos sucede lo mismo, no siempre nacemos con esa estrella, pero la buena noticia es que podemos aprender a comunicarnos de una manera excelente y llegar a ser tan buenos expositores de nuestras ideas como esos grandes hombres. A lo largo de este folleto vamos a ir proporcionándole diferentes técnicas a desarrollar para que  
nuestra comunicación sea un éxito. 10 Mandamientos para comunicaciones efectivas: 
1. Piense con la cabeza, antes de hablar con la boca. 2. Precise los objetivos que quiere lograr y las mejores estrategias para lograrlo. 3. Adapte lo que quiere decir al receptor y a la situación. 4. Seleccione el momento, el lugar, y el canal oportunos y adecuados. 5. Recuerde que la forma en que diga algo es tan importante como lo que se dice. 6. Evite expresiones que puedan dificultar el razonamiento y generar posiciones defensivas. 7. Obtenga cierta “retroalimentación” del receptor, para cerciorarse de que el mensaje ha sido entendido correctamente. 8. Mantenga una actitud de “Escucha Activa”, centre la atención en lo fundamental de lo que se dice, sea empático, trate de identificar sentimientos. 9. Muéstrele al otro que tiene interés en lo que diga. 10. Sea flexible, adapte su expresión y estilos a la situación 

domingo, 23 de octubre de 2011

REHENES DEL MIEDO




En el salón de clase, la profesora preguntó a sus alumnos. “¿Dé qué tienen más miedo?

Después de un breve y tenso silencio, un niño respondió, un tanto tímido: “Yo tengo miedo de la oscuridad”.

Otro dijo: “Tengo miedo del ogro”.

Miedo de la muerte, miedo de la altura, miedo de ser olvidado por los padres en la escuela…

Varios miedos fueron confesados y anotados por la sabia profesora, que deseaba liberar a los pequeños del sufrimiento generado por el miedo, a través del uso de la razón.

Por fin, una niñita dijo, con aire de asustada:

tengo mucho miedo del mal amén, que es un monstruo muy peligroso…”

“¿Y tú ya viste ese monstruo?” Preguntó, interesada, la profesora.

“Nunca lo vi, pero es un monstruo tan peligroso que mi madre pide todos los días a Dios que nos libre de él”, aclaro la niña.

Y concluyó: “mi madre siempre le pide a Dios al final de su oración:… Y líbranos del mal amén.”

No es preciso reflexionar mucho para entender la situación de aquella criatura con relación al miedo del monstruo, creado por su imaginación.

El miedo era tan tirano que ella nunca osó confesarlo a la madre.

Un miedo terrible de algo que nunca existió.

Pero, ¿será que solamente los niños tienen miedo de lo que desconocen?

Ciertamente que no.

La ignorancia ha sido, desde todos los tiempos, la gran responsable por el terror impuesto por el miedo.

Lo desconocido genera miedos inconfesables, en personas de todas las edades.

¿Pero como podemos tener tanto miedo de lo desconocido?

Eso ocurre justamente porque los monstruos creados por la imaginación generalmente son más terribles que los reales.

El miedo a la muerte es un ejemplo de eso.

El miedo al infierno también ha hecho rehenes.

El juicio final es otro tirano que atemoriza a mucha gente.

Todos esos temores son frutos de la ignorancia, no hay duda.

Existen personas que tienen miedo del futuro, miedo de la soledad, miedo de sentir miedo, y por ahí va...

En cuanto la razón no lanza sus luces sobre esas cuestiones, el miedo continuará a hacer infelices a los individuos, haciéndolos rehenes de la propia ignorancia.

Jesús tenía razón al afirmar que el conocimiento de la verdad nos liberará.

El conocimiento es diferente de la creencia. La creencia es siempre muy ciega, vacía de seguridades.

Para creer en algo no es necesario conocer, basta creer. Pero la convicción sólo se adquiere a través del conocimiento.

Conocimiento que genera la fe firme. La fe que encara la razón cara a cara, sin dudar, en todas las situaciones.

Siendo así, vale la pena emplear esfuerzos para liberarnos de los miedos, buscando lanzar luces sobre lo que la ignorancia oculta.

Es importante liberar a nuestros niños, muchos de ellos rehenes de monstruos imaginarios terribles, dialogando con ellos sobre sus miedos.

Es preciso considerar que el miedo es el peor de todos los monstruos, y necesita ser aniquilado con urgencia.

Es necesario aclarar los caminos oscuros de la ignorancia con la luz del conocimiento, para que el miedo toque en retirada...

Como aseveró el gran filósofo griego, Sócrates: “Hay sólo un bien: el conocimiento; y un mal: la ignorancia”.

Sócrates fue precursor de las ideas cristianas y, como Jesús, también fue víctima de la ignorancia de sus contemporáneos.

¡Pensemos en eso y busquemos, con voluntad firme, conocer las leyes que rigen la vida!

Sólo así seremos verdaderamente libres de todos los miedos que tanto nos hacen infelices.
                                                                                              
                                          muchas vibraciones de paz y amor
                                            Para usted

Hooponopono

Yo opero en mi vida y mis relaciones de acuerdo con los siguientes :
1. El universo físico es una realización de mis pensamientos.
2. Si mis pensamientos son cancerígenos, ellos crean una realidad física cancerosa.
3. Si mis pensamientos son perfectos, elles crean una realidad física desbordando AMOR.
4. Yo soy 100% responsable de crear mi universo físico tal como es.
5. Yo soy 100% responsable de corregir los pensamientos cancerígenos que crean una realidad de enfermedad.
6. Nada existe allí fuera.
Todo existe como pensamientos en mi mente


“Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno... Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron, a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el inicio de nuestra creación hasta el presente, nosotros pedimos tu perdón... Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas y transmuta estas energías indeseables en pura luz...
Y así se ha hecho”.


                                                                Introducción

Muchos llegaron al Ho’oponopono a través de este texto del Dr. Joe Vitale divulgado en internet. Para aquellos que no lo conocen aquí está íntegro: HO´OPONOPONO - por Joe Vitale

Hace dos años, escuché hablar de un terapeuta, en Hawai, que curó un pabellón entero de pacientes criminales desequilibrados mentales sin siquiera ver a ninguno de ellos. 

El psicólogo estudiaba la ficha del preso y, enseguida, miraba hacia su interior con el fin de ver como él había creado la enfermedad de esa persona. A medida que él mejoraba, el paciente también mejoraba. 

La primera vez que escuché esa historia, pensé que se trataba de alguna leyenda urbana. ¿Como podía alguien curar a otro, solamente a través de curarse a sí mismo? ¿Cómo podría, aunque fuese el maestro de mayor poder de auto-cura, curar a alguien criminalmente trastornado? No tenía ningún sentido, no era lógico, de modo que descarté esa historia. No obstante, la escuché de nuevo, un año después. Supe que el terapeuta había usado un proceso de cura hawaiano llamado “Ho’oponopono”.


Nunca había escuchado hablar de él, sin embargo, no conseguía quitármelo de la mente. Si la historia era realmente verdadera, yo tenía que saber más sobre él. Siempre supe que total responsabilidad significaba que yo soy responsable por lo que pienso y hago.

 Lo que esté mas allá, está fuera de mis manos. Creo que la mayor parte de las personas piensa lo mismo sobre la responsabilidad. Somos responsables por lo que hacemos y no por lo que hacen los otros.

 El terapeuta hawaiano que curó a esas personas mentalmente enfermas me enseñara una nueva perspectiva avanzada sobre lo que es la total responsabilidad. Su nombre es Dr. Ihaleakala Hew Len.

Pasamos, probablemente, una hora hablando en nuestra primera conversación telefónica. Le pedí que me contase toda la historia de su trabajo como terapeuta.


 Él me explicó que había trabajado en el Hospital del Estado de Hawai durante cuatro años. El pabellón donde encerraban a los locos criminales era peligroso. Por regla general, los psicólogos dimitían después de un mes de trabajo allí. La mayor parte del personal del hospital se ponía enfermo o dimitía.

 Las personas que pasaban por aquél pabellón simplemente caminaban con la espalda contra la pared por miedo a ser atacados por los pacientes. 
No era un lugar bueno para vivir, ni para trabajar, ni para visitar. 

El Dr. Len me dijo que nunca vió a los pacientes. Firmó un acuerdo para tener una sala en el hospital y revisar sus expedientes médicos. Mientras leía los expedientes médicos, él trabajaba sobre sí mismo.
 Mientras él trabajaba sobre sí mismo, los pacientes comenzaron a curarse. “Después de unos pocos meses, los pacientes que estaban atados con correas, recibieron permiso para caminar libremente”, me dijo.

 “Otros, que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaron a reducir sus medicaciones. Y aquellos, que nunca hubiesen tenido la posibilidad de ser liberados, recibieron el alta”. Yo estaba asombrado. “No fue solamente esto”, continuó, “hasta al personal comenzó a gustarle ir a trabajar. El absentismo y los cambios de personal desaparecieron.

 Terminamos con más funcionarios de lo que necesitábamos, porque los pacientes eran dados de alta y todo el personal seguía viniendo a trabajar. Hoy, aquél pabellón del hospital está cerrado”.
Fue en este momento en el que yo tuve que hacer la pregunta de un millón de dólares: 

“Señor, ¿qué hizo usted consigo mismo para provocar tal cambio en esas personas? 

“Yo simplemente estaba curando aquella parte en mí que los había creado”, dijo él. No lo entendí. El Dr. Len me explicó, entonces, que entendía que la total responsabilidad de nuestra vida implica todo lo que está en nuestra vida, por el simple hecho de estar en nuestra vida y ser, por esta razón, de nuestra responsabilidad.
 En un sentido literal, todo el mundo es creación nuestra. ¡Guau! Pero eso es duro de digerir. 

Ser responsable por lo que digo y hago es una cosa. Ser responsable por lo que dice y hace otra persona que está en mi vida es muy diferente. A pesar de ello, la verdad es esta: si usted asume la completa responsabilidad de su vida, entonces todo lo que usted ve, escucha, saborea, toca o experimenta de cualquier forma es su responsabilidad, porque está en su vida. 

Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier cosa que usted experimenta y no le gusta, está allí para que usted lo cure. Todo esto, digamos que no existe, excepto como proyecciones que salen de su interior. El problema no está en ellos, está en usted, y, para cambiarlo, usted es quien tiene que cambiar

Se que esto es difícil de entender, y mucho menos de aceptar o de vivir realmente.
 Echar la culpa a otra persona es mucho mas fácil que asumir la total responsabilidad pero, mientras conversaba con el Dr. Len, comencé a comprender esa cura de él, y que el Ho’oponopono significa amarse a sí mismo. 

Si usted desea mejorar su vida, usted debe curar su vida. Si usted desea curar a alguien, incluso a un criminal mentalmente enfermo, usted debe hacerlo curándose a sí mismo. 
Pregunté al Dr. Len como se curaba a sí mismo. Que era, lo que exactamente, él hacía, cuando miraba los expedientes de aquellos pacientes. “Yo, simplemente, permanecía diciendo ‘Lo siento mucho’ y ‘Te amo’, una y otra vez y después otra”, me explicó. “¿Solo eso?” “¡Solo eso! Sucede que amarse a sí mismo es la mejor forma de mejorarse a sí mismo y, en la medida que usted se mejora a sí mismo, mejora su mundo”. 

Permítame, ahora, dar un rápido ejemplo de como funciona esto. Un día, alguien me envió un e-mail que me desequilibró. En el pasado, yo habría reaccionado trabajando mis aspectos emocionales tórridos o intentando razonar con la persona que me envió aquél mensaje detestable. Pero, en este momento, yo decidí intentar el método del Dr. Len. Comencé a pronunciar, en silencio: “Lo siento mucho” y “Te amo”. No decía esto para nadie en particular. Estaba, simplemente, invocando al espíritu del amor, para que él curase dentro de mí mismo lo que estaba creando aquella circunstancia externa. 

 Después de una hora, recibí un e-mail de la misma persona, disculpándose por el mensaje que me había enviado antes. Observé que yo no había hecho ninguna acción externa para recibir esta disculpa. Yo ni siquiera respondía aquél mensaje. No obstante, solamente repitiendo “lo siento mucho” y “te amo”, de alguna manera curé dentro de mí aquello que creara en aquella persona. Posteriormente, participé de un workshop sobre el Ho’oponopono impartido por el Dr. Len. 

Él tiene ahora, 70 años de edad, es considerado un “chamán abuelo” y es un poco solitario. Elogió mi libro “El factor de la Atracción” (The Attractor Factor).
 Me dijo que, a medida que yo me mejorase a mí mismo, la vibración de mi libro aumentaría y todos sentirían lo mismo cuando lo leyesen. Resumiendo, en la medida en que yo mejore, mis lectores también mejorarán. “Y ¿que sucederá con los libros que ya he vendido y están ahí fuera?” ¡Le pregunté!

 “Ellos no están ahí fuera”, explicó él, desconcertándome una vez mas, con su sabiduría mística.

 “Ellos aún están dentro de usted”.

 Resumiendo, nada está en el lado de fuera. Sería necesario un libro entero para explicar esa técnica avanzada con la profundidad que ella merece. 

“Basta, apenas, decir que, cuando usted quiera o desee mejorar cualquier cosa en su vida, existe solamente un lugar donde buscar: dentro de usted mismo. Y, cuando mire, hágalo con amor”.


martes, 18 de octubre de 2011

EL PODER DEL PENSAMIENTO POSITIVO


Cuerpo del mensaje






  
Andrew Matthews (*) y Adam J Jackson (**)  
Editado por Elbenz (*) y Psicocat (**)  




Todo pensamiento consciente repetido durante una temporada, se convierte en un programa. Por tanto, ¿qué ocurre cuando has pensado conscientemente durante una serie de años soy un fracasado? Sin pretenderlo siquiera, te has implantado un programa automático que conseguirá arruinarte sin el menor esfuerzo. Cuando eres consciente de ello, es el momento. Pero ser positivo un día a la semana no resulta. Fortalecer la mente se parece un poco a la gimnasia corporal. Disciplina tu mente durante todos los días de tu vida y verás cambios que no podrías imaginar.

Nuestra mente subconsciente es una recopilación de todo lo que pensamos. Y los pensamientos más corrientes crean los comportamientos subconscientes más arraigados.

Para comprender mejor cómo funciona el pensamiento positivo necesitamos una imagen de nuestro subconsciente. Imagina tu cerebro como si fuese una nuez grande dividida en dos mitades, la superior y la inferior. La mitad superior es la mente consciente, la que contiene tus pensamientos instantáneos. La mitad inferior es el subconsciente. En él residen los diversos programas innatos que necesitas para vivir, como la respiración y la digestión, así como otros programas que has creado tú, como caminar y hablar.
Imagina ahora que estás aprendiendo a conducir. Cada vez que te acercas a un cruce pones en marcha un pensamiento consciente de la parte alta de tu cerebro: Levanta el pie derecho, desplázalo unos doce centímetros a la izquierda, pisa el pedal de manera suave y progresiva. Durante varios meses tendrás ese pensamiento consciente hasta que se haya implantado el programa automático, con el que frenas sin detenerte a pensar en los movimientos necesarios. Ese programa de frenado quedó establecido en la mitad inferior de tu cerebro, el subconsciente. Tienes ahora un nuevo programa subconsciente.
PENSAMIENTOS POSITIVOS (*)
Esto explica cómo el automovilista avezado, cuando llega a casa después de conducir durante cinco horas, ni siquiera recuerda lo que ha hecho. El subconsciente hizo todo el trabajo. Todo pensamiento consciente repetido durante una temporada, se convierte en un programa. Por tanto, ¿qué ocurre cuando has pensado conscientemente durante una serie de años soy un fracasado? Sin pretenderlo siquiera, te has implantado un programa automático. Conseguirás arruinarte sin el menor esfuerzo.
¿Cómo encaja esto con el pensamiento positivo? Muy fácil. Tenemos unos 50.000 pensamientos al día. De éstos, para la mayoría de nosotros casi todos son negativos: Estoy gordo. Estoy perdiendo memoria. No tengo dinero para pagar mis facturas. Nada de lo que intento me sale bien.
Siendo así que casi todos nuestros pensamientos tienen signo negativo, ¿qué clase de comportamiento subconsciente va a establecerse? Un comportamiento predominantemente negativo. De esta manera saboteamos nuestra vida y nuestra salud, sin darnos apenas cuenta de que lo hacemos. Por eso muchos se preguntan cómo han llegado a encontrarse mal, cuando son ellos mismos quienes han creado las pautas automáticas con sus pensamientos reiterados. Lo mismo que nos programamos para conducir un coche sin pensarlo, también lo hacemos para llegar con retraso a todas partes. Luego echamos la culpa a la Providencia.
Pero ahora viene la buena noticia..Una vez que has entendido cómo funcionan los esquemas subconscientes, te das cuenta de que nadie tiene por qué ser un perdedor. Tu porvenir depende de tus pensamientos conscientes. Conforme te pones a disciplinar tu mente, los nuevos pensamientos conscientes crean nuevos programas subconscientes. Del mismo modo que implantas una pauta subconsciente para conducir sin esfuerzo un coche, también es posible desarrollar una pauta subconsciente que te encamine al triunfo. Pero se necesita pensar de manera disciplinada... y dedicar algún tiempo a ello.
Veamos lo que ocurre con Federico, que se ha apuntado a un cursillo de motivación y está a favor del pensamiento positivo. ¡Voy a imprimir un nuevo rumbo a mi vida!- dice.
Antes del desayuno se sienta a escribir unos cuantos objetivos para la jornada: Conseguir un aumento, comprar un Rolls Roce, pujar por el Taj Mahal... El resto de la semana lo pasa en su espiral negativa de costumbre. El viernes por la noche anuncia: Me parece que eso del pensamiento positivo no resulta.
A lo mejor ha pasado de 48.000 pensamientos negativos diarios a 47.500... y le extraña que aún no le haya tocado el gordo de la lotería, ni se haya curado su artritis, ni haya dejado de pelearse con su mujer.
Ser positivo un día a la semana no resulta. Fortalecer la mente se parece un poco a fortalecer el cuerpo. Si haces veinte flexiones y corres a contemplarte en el espejo no verás ninguna diferencia. De manera similar, poca diferencia notaremos después de pensar positivamente por 24 horas. Pero disciplina tu mente durante varios días y verás cambios como no los conocen los asiduos de los gimnasios.
Limpiar nuestro pensamiento es tarea ardua, hercúlea. Sobre todo, porque sucede a menudo que estamos siendo negativos y no nos damos cuenta. Si deseas chequear tu pensamiento, chequea tu vida. Tu prosperidad, tu felicidad, la calidad de tus relaciones e incluso tu salud reflejan tus pensamientos conscientes más habituales. En dos palabras: Pienso así porque mi vida es un desastre -dice FedericoAl contrario, Federico. Tu vida es un desastre porque piensas de esa manera.
LAS COSAS SON DEL COLOR DEL CRISTAL CON QUÉ SE MIRAN (**)
Lo que hemos visto es un claro ejemplo de que el pensamiento positivo parte del supuesto de que lo que determina cómo nos sentimos respecto a los sucesos que ocurren en nuestras vidas no son los propios sucesos, sino el significado que les damos en función de nuestras creencias, expectativas, valores y todo el bagaje de experiencias que hemos vivido anteriormente.
Bajo ese prisma, podemos entender que hechos idénticos puedan suscitar reacciones emocionales diferentes en distintas personas. Para ilustrar esto nos viene bien aquella vieja historia de dos vendedores de zapatos a quienes sus respectivas empresas enviaron a África para vender sus productos. Tan pronto como desembarcaron, el primer vendedor vio que todo el mundo iba descalzo y mandó un telegrama a su jefe: Vuelvo en el primer barco. Aquí nadie utiliza zapatos. Una semana más tarde llegó un segundo vendedor, el cual se encontró con la misma situación: sólo se veía gente descalza por las calles. Pero éste envió el siguiente telegrama a su empresa: Me quedo aquí. Perspectivas fabulosas. No tenemos competencia.
Todos hemos oído alguna vez aquello de ver la botella medio vacía o medio llena. Siempre podemos enfocar nuestra mente en el lado bueno de la situación en lugar de centrarnos exclusivamente en la parte negativa. Incluso las situaciones más desafortunadas pueden tener su lado positivo. Así, mientras que por ejemplo para algunos un serio contratiempo laboral, familiar o personal puede representar la confirmación de que todo me sale mal, soy un/a perdedor/a, mi vida está arruinada, etc. para otros puede suponer una oportunidad de aprendizaje y de cambio si eligen el enfoque positivo.
En otras palabras, pues, podemos decir que la realidad externa -lo que nos ocurre en la vida- no es determinante de nuestro estado de ánimo y de nuestras emociones ya que, antes, pasa por el filtro mental de nuestra evaluación e interpretación. Lo que ocurre es que, a menudo, este proceso se da de forma automática y tan rápida -puede ser en unas fracciones de segundo- que no nos damos cuenta de que estemos aplicando este filtro interpretativo y creemos, erróneamente, que la realidad es tal como la vemos y la sentimos sin que nosotros podamos hacer nada al respecto. Es decir, si algo me pone triste automáticamente creo que es triste, si algo me preocupa pienso que es preocupante, si algo o alguien me enfurece pienso que es inevitable que me sienta así.
Pues bien, la buena noticia es que podemos aprender a cambiar nuestra forma habitual de interpretar la realidad, aquellas actitudes que nos bloquean, nos hacen sentir mal y nos alejan de aquello que queremos y necesitamos por otra forma más positiva, más favorable a nuestro bienestar y a nuestro crecimiento personal: analizando cómo distorsionamos o deformamos la realidad yaplicándoles, a continuación, estrategias de pensamiento positivo.
Formas más comunes de Distorsionar la Realidad
Existen unos mecanismos mentales, unos hábitos de pensar y de sentir, que nos conducen involuntariamente a una interpretación deformada de la realidad, y que nos conviene analizar. He aquí los más usuales:
- Pensamiento del tipo todo o nada. Equivale a ver la realidad en blanco y negro. Una cosa es correcta o incorrecta, buena o mala, positiva o negativa. No se admiten matices intermedios. Supone rigidez mental. La persona que utiliza con frecuencia este tipo de distorsión, tiende a pasar de la euforia al desánimo con mucha facilidad.
- Sobregeneralización: Cuando a partir de un acontecimiento puntual negativo, generalizamos excesivamente. Es decir, exageramos las conclusiones más allá de lo razonable. Es frecuente en este caso el uso de expresiones tales como todo, nunca, siempre, etc. Por ejemplo, se me estropea el coche y me digo: Todo me sale mal; un amigo me defrauda, y pienso: No se puede confiar en nadie.
- Filtro mental: Cuando escogemos un único detalle negativo de una situación determinada y centramos ahí toda nuestra atención, de manera que la perspectiva general se oscurece. Por ejemplo, recibo elogios de mis compañeros de trabajo por la presentación de un proyecto nuevo pero uno de ellos manifiesta una ligera crítica. Durante unos días me obsesiono con su reacción, olvidando todo lo positivo que me han dicho los demás.
- Descartar lo positivo: Cuando rechazamos las experiencias positivas de alguna cosa insistiendo en que no cuentan. Por ejemplo, realizo un buen trabajo en algo pero me autodesvalorizo diciéndome que cualquiera podría haberlo hecho.
- Precipitarse en las conclusiones o/y hacer predicciones negativas: Cuando interpretamos las cosas de forma negativa sin que haya suficientes hechos que avalen nuestra conclusión. O bien nos anticipamos al futuro pensando que algo va a salir mal. Por ejemplo, me encuentro con mi amigo Pedro, lo veo muy serio y, sin tener más datos, concluyo que está ofendido conmigo por algo. O tengo que ir a una entrevista de trabajo y antes de salir de casa ya estoy convencido de que saldrá mal.
- Lectura del pensamiento. Cuando asumo lo que determinadas personas están pensando o sintiendo, con poca o ninguna evidencia. Por ejemplo, me digo: Sé exactamente por qué Patricia me contestó ayer de aquella manera, sin más evidencia que mi intuición. O pienso que no hace falta pedirle directamente a mi pareja lo que necesito, en un momento dado, porqué él/ella ya lo sabe o si me quisiera realmente, ya lo sabría.
- Magnificación-Minimización: Cuando exageramos la importancia de un problema, de nuestros defectos o puntos débiles, etc. o bien minimizamos la importancia de nuestras aptitudes y de las cosas buenas que hemos conseguido.
- Razonamiento emocional: Cuando utilizamos nuestras emociones como evidencia objetiva de algo o para validar una creencia o pensamiento, sin tener en cuenta otros aspectos de la situación. Por ejemplo, me siento inferior en algo y concluyo que lo soy realmente. O siento pánico de viajar en avión y concluyo que es muy peligroso.
- Pensamientos debería/debo/tengo que... etc.: Cuando nos decimos a nosotros mismos que las cosas deberían o deben ser como nosotros queremos o esperamos que sean. Eso nos lleva fácilmente a sentimientos de culpa y frustración. Por ejemplo: No tendría que haber cometido este error, las cosas tendrían que ser más sencillas, Fulano debería ser de tal o cual manera. Es conveniente sustituir los debería... por me gustaría que... estaría muy bien que... etc. Por lo que se refiere a obligaciones personales que nos imponemos, en algunos casos nos podríamos plantear si queremos realmente hacerlo o no, y asumir las consecuencias de nuestra decisión, en lugar de machacarnos con los debería/tengo que...
- Etiquetaje: Cuando hacemos alguna cosa de la que no nos sentimos orgullosos, cometemos alguna equivocación... y en lugar de centrarnos en lo que hemos hecho, nos cuestionamos toda nuestra persona. O cuando alguien hace alguna cosa que nos molesta y, en lugar de referirnos a la conducta concreta que desaprobamos, generalizamos a toda su persona poniéndole una etiqueta. Por ejemplo, cometo un error en mi trabajo y me digo: Soy tonto, en lugar de: Me he equivocado en tal o cual cosa. O alguien hace algo que me molesta y le digo: Eres un estúpido en lugar de: Me ha dolido que hicieras...
- Personalización: Cuando asumimos toda la responsabilidad por un hecho que no está o estaba totalmente bajo nuestro control. Por ejemplo, mi pareja se separa de mí y automáticamente pienso que toda la culpa ha sido mía. O mi hijo me trae malas notas de la escuela y, en seguida, pienso que no le sé educar bien.
- Indefensión-Victimismo: Cuando nos sentimos víctimas indefensas en lugar de aceptar nuestra parte de responsabilidad en los hechos, o de hacer alguna cosa para mejorar la situación. Es el caso opuesto a la personalización. Por ejemplo, si me quejo constantemente de lo mal que me van las cosas pero no hago nada para cambiar mi suerte.
Estrategias de Pensamiento Positivo
Para adquirir el hábito de pensar de forma más positiva, podemos seguir los siguientes pasos:
1 - Tomar el hábito de anotar aquellas situaciones de la vida cotidiana que nos hacen sentir mal, formulándonos las siguientes preguntas: a) ¿Cuál es la situación concreta que me ha hecho sentir mal?, b) ¿Cómo me he sentido/ me siento?.
Ejemplo: Ayer fue mi cumpleaños y mi hermana no me felicitó. Me he sentido triste, con ganas de llorar.
2 - Plantearnos: ¿Qué conclusiones he sacado de esta situación?, ¿qué he pensado cuando me ha ocurrido esto, qué imágenes, recuerdos, etc. se han cruzado por mi cabeza?. Si no puedo responder a esto, también puedo preguntarme: ¿Qué intuyo que puedo haber pensado de esto que me haya hecho sentir mal, aunque no esté del todo segura/o? o si le hubiera ocurrido lo mismo a otra persona, ¿qué podría haber pensado él/ella? Al principio puede no ser fácil responder a esto, pero es una cuestión de práctica. A medida que nos vayamos esforzando por contestar a esas preguntas, las respuestas irán saliendo cada vez de forma más fluida.
Siguiendo el ejemplo anterior, podría ser: Pienso que mi hermana no me quiere y que nadie me tiene en cuenta.
3 - Preguntarnos: ¿Qué mecanismos mentales o formas de pensamiento distorsionado he aplicado?, ¿de qué forma he deformado, exagerado o minimizado la realidad para llegar a dichas conclusiones?, ¿qué evidencias -hechos objetivos- tengo de que las cosas son tal como yo las interpreto y no de otra forma?, ¿Qué no he tenido en cuenta?
Siguiendo con el ejemplo podría anotar que he aplicado el pensamiento del tipo todo o nada (si mi hermana no me felicita por mi cumpleaños es que no me quiere); he exagerado mis conclusiones sobregeneralizando (si mi hermana no me quiere, nadie me quiere)olvidando, tal vez, las muestras de cariño de otras personas; he recurrido al victimismo (nadie me tiene en cuenta) culpando a los demás de mis sentimientos de soledad en lugar de ver qué papel juego yo en todo esto (tal vez, salgo poco, me muestro demasiado retraída/o o susceptible, etc.)
4 - Preguntarnos: ¿De qué otra forma más positiva podría enfocar la situación?, ¿podría hacer algo, por pequeño o insignificante que sea, para mejorar la situación o que me hiciera sentir mejor?, ¿qué le aconsejaría a una amiga/o mía en una situación similar?.
Por ejemplo, podría llamar a mi hermana y decirle que me siento dolida/o por lo ocurrido y que me gustaría que estuviéramos más cercana/os. O tal vez se trate simplemente de darme cuenta de que es un poco olvidadiza y decidir que la cosa no tiene mayor trascendencia y que no vale la pena que me amargue el día por ello, y focalizar mi atención en las otras personas que sí se han acordado de mí y me quieren. O si me siento sola/o, considerar la posibilidad de acercarme yo también más a la gente, de abrirme más a los demás, de buscar maneras para hacer nuevos amigos, etc. En cualquier caso, eso son sólo ejemplos orientativos: cada uno debe hallar, en su propio estilo, aquellas respuestas o alternativas que mejor le funcionen, que le resulten más creíbles y que mejorcalcen con sus necesidades, abriendo eso sí la mente al mayor número de opciones posible.
5 - Ante situaciones difíciles, evitar preguntas victimistas o debilitantes del estilo de: ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? o ¿qué voy a hacer ahora? o afirmaciones del tipo esto es insoportable. En su lugar, plantearnos preguntas que nos den sentimientos de fuerza y esperanza, o que nos indiquen alguna opción alternativa: ¿Qué puedo hacer para resolver esto?, ¿qué opciones tengo que todavía no he probado?, ¿qué datos de la realidad podrían contradecir mis conclusiones más pesimistas?, ¿qué tiene de bueno esta situación?, ¿qué podría aprender de ella?, etc.
38 AFIRMACIONES PARA CAMBIAR  NUESTRA ACTITUD MENTAL
1. Vives en un mundo con un promedio de 80% de pensamientos negativos. Desde este instante puedes abandonarlo y hacerlo un mundo mejor con fe y esperanza.
2. Desde ahora estás capacitado para iniciar una nueva vida positiva. Vida que quedará en tu subconsciente como tu vida natural, impregnando con la fuerza todo tu ser físico y mental.
3. Eres capaz de hacerlo. Realmente puedes lograrlo. Inténtalo ahora, llevando contigo no tan sólo pensamientos positivos, sino que una vida positiva fruto de esos pensamientos.
4. El pensamiento positivo afecta todo lo que haces, impregna de elevadas vibraciones todo lo que te rodea. Sólo trabaja en tu beneficio y en el de los demás, dado que en el reino de la mente lo positivo atrae a lo positivo y rechaza a lo negativo.
5. Cuántos en el planeta desearían estar en tu lugar. Sé agradecido con lo que tienes, y desde lo que eres y tienes inicia el cambio hacia algo mejor, pues siempre habrá delante nuevos logros para tu crecer. La vida positiva se inicia ahora, ya, desde donde uno está.
6. Usa dos palabras mágicas: PUEDO y QUIERO. Puedo ser mejor, quiero ser mejor.
7. Usa una frase mágica: SOY CAPAZ. Yo soy capaz de ser mejor y lograr éxito en mis metas positivas, para la nueva vida que desde ahora iniciaré.
8. No hay edad para el cambio, la ciencia ya lo ha demostrado. Siempre siente que tu edad de mayor producción y capacidad está 20 años más allá de la que ahora tienes, y actúa así, pues tu cerebro crecerá, nuevos circuitos activarás y cada día más inteligente serás. No olvides que la edad para China y Japón, es sabiduría. Sin importar tu edad, tienes una vida por delante y esa vida es importante.
9. Pide a lo interno ayuda para iniciar el cambio y comenzar desde este instante a vivir una vida positiva, aprendiendo el arte del buen pensar, pensando cada día más y más cosas positivas.
10. Quien no comete errores es un ser que no sabe vivir, es un ser estancado en la vida. Sólo quien intenta ser mejor, vivir mejor y aprender más, comete errores. De cada error se saca una positiva lección, cada error es una enseñanza que nos permita avanzar.
11. Quien no aprende a perdonar, dificulta su caminar. Perdonar deja una sensación de libertad maravillosa.
12. El mejor lugar del planeta está donde tú en este instante te encuentras, en ese lugar puedes hacer un cielo de un infierno sólo con tu actitud mental positiva.
13. Elimina la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación. No lo olvides: El cáncer es curable, lo que mata es el temor al cáncer. Toda meta lógica es alcanzable, lo que lo impide es la duda. Eres capaz de lograr desde ya el cambio, lo que te limita es la ansiedad y la preocupación. Borra de tu mente la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación.
14. Condiciona tu mente subconsciente con positivos pensamientos conscientes. En la medida de tu fe en ti mismo, de tu fe en las herramientas que DIOS te dio, y créelo, fueron las mejores, comienza a usar esas herramientas y los resultados te sorprenderán.
15. Las herramientas son tus propios pensamientos, y nadie puede ayudarte a pensar o a pensar por ti.
16. Asume desde ya tu responsabilidad de que eres lo que has pensado.
17. Asume el compromiso de que serás lo que desde ahora pienses.
18. Nada ganas con sentirte superior a otros. Sí ganas con sentirte superior a ti mismo.
19. La única guerra es contigo mismo. El único rival eres tú mismo. La única persona a la que debes vencer es a ti mismo. Véncete eliminando con el pensamiento positivo reiterativo la preocupación. Véncete aumentando tu autoestima y el valor personal. Véncete asumiendo tu presente y futuro.
20. Eres capaz de lograrlo.
21. Eres importante pues eres hijo de DIOS, en transitoria misión de perfeccionamiento por tu forma física, en la que NADA negativo puede tocar lo sutil que realmente eres. Sólo lo positivo toca a tu alma, y lo hace permitiéndote crecer y evolucionar.
22. Nada sucederá en tu vida mientras no lo quieras, y una vez fijada esa idea en tu subconsciente, no hay límite para la meta que uno se programe.
23. Establece metas elevadas y comienza a vivir una vida que te permita alcanzarlas. Metas nobles y que por ningún motivo puedan dañar a otro. Puedes lograrlo. Tan sólo de ti depende si lo logras o no.
24. La enfermedad puede ser un obstáculo para el cuerpo, pero no para la voluntad y la capacidad de emitir buenos pensamientos.
25. Ante cada problema, relájate, piensa que eres capaz de solucionarlo, elimina la ofuscación. Repite una y otra vez que lo solucionarás, y la solución llegará. No pierdas el tiempo ni la energía en problemas menores, esos se van solos sin problema.
26. Cada dificultad es una oportunidad que la vida te da para tu personal desarrollo. Si logras aceptar este enfoque, cada dificultad fácilmente superada será, y tú más crecido estarás.
27. Cuando te preparas para lograr lo mejor, la fuerza interior actúa más allá del tiempo y del espacio, con el fin de que tengas eso mejor por ti pensado.
28. Al despertar, se agradecido por haber despertado, y piensa y cree que será un buen día para ti, y que mañana lo será aún mejor. Mírate al espejo y ve tus ojos resplandecientes y tu aspecto radiante. Usa frases de auto apoyo. Hazlo todos los días.
29. Las cosas que ya son, imagínalas como tú quieres que sean mejores. A tu familia imagínala mejor. A tu trabajo imagínalo mejor. Es decir, VISUALÍZALOS mejor, cerrando los ojos y viendo lo que tú deseas mejor de lo que ahora es. Ve el futuro en un mundo mejor. Hazlo con fe, tienes el poder para lograr que ese futuro sea mejor. Tu mente es más poderosa de lo que has imaginado. No la has sabido usar. No importa, ahora la usarás sabiamente.
30. Si perseveras y eres constante en tus anhelos, los lograrás dado que eres capaz. No hay límites ante ti, los límites los pones tú mismo. Amplíalos desde ya, cada día más.
31. Como ejemplo tienes a Napoleón. Era el número 42 de su clase en la Academia Militar. Pregúntate cuántos monumentos y libros se han destinado a ese número 42, y si existe alguno de los otros 41 que en esa academia eran considerados superiores a Napoleón que sea recordado. Él tuvo fe, visualizó, creyó y logró una meta, que no entraremos a comentar si fue noble o no, sino que a valorar lo que la mente pudo lograr. Partiendo de la base que tus metas serán justas, lógicas y nobles, sin importar en el lugar en que ahora estés, pues ese es precisamente el mejor lugar para iniciar el cambio positivo en tu vida, de la misma forma triunfarás.
32. Vives en un mundo negativo, toma la decisión de hacerlo positivo.
33. Vives en un mundo con presagios de caos, toma la decisión de pensar en un mundo mejor.
34. Prepárate para mañana trabajando bien hoy.
35. Mira más allá de las estrellas, observando primero lo que te rodea, y luchando por mejorarlo, solo tú puedes lograrlo.
36. Pese a todo lo negativo, que es externo, puedes llevar una vida positiva buscando apoyo en lo interno. San Agustín al momento de morir dijo: Toda mi vida busqué a Dios fuera y estaba dentro de mi.
37. Dentro de ti está la mente consciente que es la fuente de los pensamientos, los que tan sólo tu puedes manejar. Está tu mente subconsciente que es la depositaria de la fuerza que nos llega desde el alma, y que rige la vida y nos permite vivir, fuerza que conscientemente con los pensamientos puedes aprender a programar. Usa los pensamientos de manera tal que te permitan ser el mejor programador de tu subconsciente. Usa la fuerza interior con el fin de tener una mejor vida exterior y colaborar a lograr un mundo mejor.
38. PUEDES HACERLO. ERES CAPAZ., ERES IMPORTANTE. DECÍDETE YA, HAZLO AHORA, E INICIA EL CAMBIO.

01: El pensamiento positivo nos hacer resonar con todo lo mejor que hay en nosotros mismos.

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